Después de la victoria mexicana del 5 de mayo de 1862, el general francés Lorencez fue reemplazado por Forey, quien aumentó el contingente francés a 28,000 soldados. Con esta fuerza, los franceses tomaron la revancha en serio y lograron ocupar Veracruz y Puebla tras un largo asedio. Finalmente, el 17 de mayo de 1863, entraron en la Ciudad de México, sometiendo a México al dominio extranjero. A pesar de la tragedia, los mexicanos resistieron hasta expulsar a los franceses en 1867, aunque el general Zaragoza falleció de fiebre tifoidea meses después de la batalla. Su legado vive en la celebración del 5 de mayo, recordando la victoria del ejército mexicano sobre los franceses, destacando la lucha por la libertad y la independencia.En la batalla del 5 de mayo de 1862, el general francés Lorencez atacó los fuertes de Loreto y Guadalupe en Puebla, subestimando a los mexicanos a pesar de su inferior armamento. La astucia del general Zaragoza, aprovechando el terreno y organizando una defensa estratégica, junto con la alta moral de los soldados, llevó a la sorprendente victoria mexicana sobre las fuerzas francesas mejor armadas y preparadas. La Batalla de Puebla es un símbolo perdurable de la resistencia mexicana y demuestra que la determinación y la valentía pueden superar incluso a un enemigo más poderoso. ¡Viva México!