La nutrición es un aspecto fundamental para todos los seres vivos, ya que proporciona los nutrientes esenciales que sostienen las funciones vitales del organismo. Estos nutrientes incluyen carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua, los cuales son necesarios para el crecimiento, el desarrollo, el mantenimiento y la reparación de los tejidos, así como para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico y otros sistemas corporales.El metabolismo, por otro lado, es el proceso central que se encarga de procesar estos nutrientes y convertirlos en energía y materiales necesarios para mantener la vida. Se compone de dos procesos principales: el catabolismo y el anabolismo. En el catabolismo, los nutrientes son degradados para liberar energía que las células pueden utilizar. Este proceso es vital para la obtención de energía necesaria para las funciones celulares y la actividad física. Por otro lado, el anabolismo implica la síntesis de nuevas moléculas complejas a partir de moléculas simples, utilizando la energía obtenida en el catabolismo. Este proceso es esencial para la construcción y reparación de tejidos, así como para el crecimiento y desarrollo del organismo.Estos procesos metabólicos ocurren en todas las células y organismos, y están altamente regulados para mantener un equilibrio energético y homeostasis interna. Además, el metabolismo ayuda a eliminar sustancias tóxicas del cuerpo y a regular el almacenamiento de energía en forma de glucógeno y grasas.