En el principio, cuando todo era oscuridad y un gran vacío, Dios decidió que era hora de poner un poco de orden en el caos. Así que, con un chasquido cósmico (o algo por el estilo), dijo: ¡Hágase la luz! y. pum... La luz se hizo. Pero era tan brillante que incluso Él tuvo que buscar sus gafas de sol.Luego, separó las aguas de arriba y las de abajo, creando el cielo. Y aunque estaba bastante contento con su trabajo, pensó que algo faltaba. ¡Necesitamos decoración!, exclamó. Así que colgó un montón de estrellas, algunas luces de neón, y por supuesto, un gran foco de fuego a que llamamos sol.Después de trabajar en el mar y la tierra, decidió que la tierra necesitaba un poco más de vida. Así que creó plantas, árboles, y flores. Pero no cualquier tipo de flores, sino aquellas que podrían hacer la mejor selfie. Y para los árboles, eligió aquellos que fueran perfectos para jugar en ellos.Los animales fueron la siguiente gran idea. Creó criaturas de todo tipo, desde los elefantes, que eran los reyes del momento con trompa, hasta los armadillos, que eran expertos en jugar a la pelota. Y no olvidemos a los unicornios, que... bueno, esos se escaparon del borrador final.Finalmente, creó al hombre y a la mujer. Les dio un jardín increíble para vivir, con todo incluido, como si fuera un resort cinco estrellas. Les dijo: Disfruten, pero por favor, no coman de ese árbol de manzanas. Es mi experimento de cocina molecular y aún no está listo.Pero ya sabemos cómo va esa historia... La serpiente, que era más astuta que un vendedor de coches usados, convenció a Eva para que probara la manzana. Y así, comenzaron las aventuras y desventuras de la humanidad, con muchas más historias por venir.Y aunque a veces las cosas se ponen un poco locas, recordemos que todo comenzó con un poco de luz y una gran imaginación.